Todos adoramos pasear a nuestra mascota. Seleccionamos con mimo las correas para perros más adecuadas para nuestros animales de compañía y disfrutamos de largos paseos junto a ellos.
Pero muchos perros tienen la costumbre de seguir a sus dueños a todas partes dentro del hogar.
Que nuestra mascota se convierta en ocasiones en nuestra sombra puede responder a muchos motivos. Lo más normal es que en algunos momentos tu animal de compañía te siga porque quiere jugar o simplemente disfrutar de tu compañía. Pero si alguna vez has pensado: “mi perro me sigue a todas partes y no sé por qué” y responde a un pensamiento motivado por un seguimiento exagerado por parte del animal, quizás tu perro esté experimentando una dependencia desmesurada de tu compañía, lo cual tampoco es beneficioso para él.
Detectar si existe un problema de ansiedad en un perro cada vez que se separa del dueño es necesario para cuidar de la salud de tu mascota.
Antes de todo debes saber que los perros son animales cuyo instinto natural es convivir en manada, en la cual siempre existe un líder que les protege y les cuida. Este líder es el que suele marcar los ritmos de movimiento y comportamiento del resto. Los perros tienden a seguir a sus dueños porque para ellos son su líder. Sienten ese respeto, cariño y lealtad hacia ellos y necesitan de su compañía.
No se trata de que evites que tu perro te siga siempre. Hay momentos en los que el perro siente la necesidad de estar junto a ti y no debes privarle de ese cariño. Pera esa necesidad no se puede convertir en una obsesión.
Tu mascota debe aprender a estar tranquila en su camita, con sus juguetes o haciendo lo que quiera mientras tú no te encuentras a su lado.
Para lograr esto y evitar que tu perro te siga a todas partes, tan sólo debes aplicar unas cuantas normas básicas para educar a tu mascota en casa.
Cuando quieras evitar que te siga, ordénale con la voz y con un gesto contundente que se siente o que se tumbe. Señala el lugar donde quieres que lo haga.
Cuando el perro obedezca prémiale y recuerda hacerlo siempre. La constancia es uno de los secretos del éxito en la educación de los perros. Si le ordenas que se siente no puedes permitirle que no lo haga unas veces y otras sí.
Nunca te enfades ni le regañes. El proceso de aprendizaje debe realizarse con paciencia y cariño.